(Este artículo fue publicado en Hiperactivos el 7 de septiembre del 2012)
El reto especial al educar y formar a un niño con TDAH u
otro Trastorno del Neurodesarrollo, es decidir lo que se puede dar de uno para hacer una
diferencia en su vida, en vez de exigir que los demás, incluyendo al niño, sean
diferentes.
“Cada
niño necesita una persona que crea en él”
-Sé proactivo:
Entiende, acepta
y maneja los síntomas.
Empodérate,
aprende a manejar la condición, promueve habilidades y el sentido de
competencia en ellos.
-Bríndale una estructura que lo ayude a encontrar un
orden en su vida.
Rutinas que ayuden a organizar su vida. Límites claros y
realistas. Qué se permite y qué no. Ambiente predecible. Consecuencias
acordes con la falta y de manera inmediata. Consistencia.
Acuerdos. Ajustes. Acompáñalo en este proceso.
-Enfócate en sus áreas de competencias:
Trata que ellos
identifiquen estas fortalezas o islas de competencias. Hay que mantenerse
alerta a los momentos brillantes. Nunca podrán trabajar para resolver sus
dificultades sin conocer para qué son
buenos. Refuerza esta idea
ante la comunidad, los compañeros de clases, sus amigos, sus familiares.Centra el trabajo
en estas fortalezas para influir y modificar sus debilidades.
-No lo estigmatices, no lo etiquetes.
Adopta expectativas realistas en relación a tu hijo. Estimula el sobreponerse a la adversidad y mantener una adaptación saludable. Hazlo resiliente. Busca opciones para la autocorrección. Enséñalo a darse cuenta de sus errores y dale estrategias para enmendarlos. Evita reaccionar excesivamente a los errores. No estigmatices el error, haz que se convierta en aprendizaje.
Adopta expectativas realistas en relación a tu hijo. Estimula el sobreponerse a la adversidad y mantener una adaptación saludable. Hazlo resiliente. Busca opciones para la autocorrección. Enséñalo a darse cuenta de sus errores y dale estrategias para enmendarlos. Evita reaccionar excesivamente a los errores. No estigmatices el error, haz que se convierta en aprendizaje.
-Ayúdalo a proteger su autoestima a pesar de los síntomas.
Recuerda que esta depende del estímulo de sentirte capaz y esto está en riesgo.
Sé empático: ponte en su situación, ve el mundo a través de sus ojos y siéntelo a través de su corazón. “Ayudar a una persona a sentirse mejor acerca del Trastorno, puede ser mejor que tratar de eliminarlo.”
Recuerda que esta depende del estímulo de sentirte capaz y esto está en riesgo.
Sé empático: ponte en su situación, ve el mundo a través de sus ojos y siéntelo a través de su corazón. “Ayudar a una persona a sentirse mejor acerca del Trastorno, puede ser mejor que tratar de eliminarlo.”
Y recuerda, esto es muy importante…
Negar los
síntomas del TDA-H, no protege al niño de las dificultades en la escuela, el
rechazo social y los problemas de conducta, solo le impide recibir la ayuda
adecuada.
Los efectos
secundarios del TDAH pueden ser extremadamente perjudiciales. Los niños con
TDAH están expuestos frecuentemente a años de respuestas negativas por su
comportamiento y sufren una desventaja social y educativa.
Esta
dificultad, en la mayoría de los casos, es persistente, se mantiene más o menos
estable a lo largo de la etapa escolar y en un porcentaje no despreciable en la etapa adulta.
No es la
presencia del síntoma en sí, lo que determina la disfuncionalidad, sino la
intensidad y la frecuencia con la que se da con respecto a la edad de
desarrollo, a su contexto y sobre todo
por la repercusión que tiene en el funcionamiento diario del niño. El impacto de los síntomas en los diferentes ámbitos de la vida es lo que determina la gravedad del trastorno y la medida de la calidad de vida de quien lo padece y su familia.
Las formas
tradicionales de educar y aprender, no siempre funcionan cuando un niño tiene
TDA-H.
La familia, los padres, constituyen el principal factor protector de los niños ante el TDA-H.Todo confirma que el TDA-H se debe estudiar desde el entorno social del afectado. La visión adecuada de los padres y los maestros puede predecir el futuro
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